¿Por qué el zueco no es el calzado adecuado para el personal sanitario?
El zueco es un tipo de calzado que se ha usado durante mucho tiempo por el personal sanitario, pero que presenta varios inconvenientes para la salud y la seguridad de los trabajadores y los pacientes. En este artículo, te explicamos por qué el zueco no es el calzado adecuado para el ámbito hospitalario y qué normativa se debe seguir para elegir un calzado laboral más apropiado.
Los riesgos del zueco
El zueco es un calzado inestable, que no tiene una sujeción adecuada al pie y que deja la parte trasera al descubierto. Esto puede provocar varios problemas, como:
- Esguinces de tobillo, por la falta de estabilidad y el riesgo de torcerse el pie al caminar o al moverse rápidamente.
- Dolor de espalda, por la mala distribución del peso corporal y la falta de amortiguación al pisar.
- Rozaduras en el empeine, por la altura de la pala que presiona el pie y puede causar heridas o infecciones.
- Lesiones digitales, como los dedos en garra, por la tendencia a contraer los dedos para sujetar el zueco y evitar que se salga.
- Callosidades plantares, en el metatarso y el talón, por el roce constante y la presión excesiva sobre estas zonas.
Además, el zueco puede ser un factor de riesgo para la transmisión de agentes infecciosos o químicos, ya que:
- Al ser abierto por detrás, permite el contacto directo del pie con el suelo, donde pueden haber fluidos corporales, agujas, bisturíes u otros objetos contaminados o cortantes.
- Al estar hecho de goma o plástico, favorece la sudoración del pie, lo que puede generar mal olor, hongos o bacterias. Para evitar esto, algunos zuecos tienen cortes o aberturas que permiten la ventilación, pero que también facilitan la entrada de sustancias peligrosas.
- Al no cumplir con la normativa sobre calzado de uso laboral, no garantiza la protección frente a impactos, compresiones, productos químicos, electricidad estática o deslizamientos.
La normativa del calzado laboral
Para garantizar la bioseguridad en el ámbito hospitalario, es necesario que el personal sanitario use un calzado laboral que cumpla con la normativa vigente y que se adapte a las características y necesidades de su trabajo. El calzado laboral debe ser:
- Cerrado, para evitar el contacto del pie con el suelo y protegerlo de posibles golpes o pinchazos.
- Ligero, para facilitar el movimiento y reducir la fatiga.
- De puntera ancha, para dar espacio a los dedos y evitar la deformación o la compresión.
- Con contrafuerte, para sujetar el talón y evitar que se salga el calzado.
- Con cierre con cordones o velcro, para ajustar el calzado al pie y evitar que se mueva o se caiga.
- Con tacón ancho, de 3,5 centímetros de máxima altura, para distribuir el peso corporal y evitar el dolor de espalda.
- De material que no deje penetrar los líquidos, que permita la transpiración y que sea fácil de limpiar y desinfectar.
- Con suela antideslizante y antiestática, para evitar caídas o accidentes eléctricos.
- UNE-EN ISO 20344. Equipos de protección individual. Métodos de ensayo para el calzado.
- UNE-EN ISO 20345. Calzado de Seguridad: Calzado equipado con un tope resistente a un impacto de 200 J y una compresión de 15 KN.
- UNE-EN ISO 20346. Calzado de Protección: Calzado equipado con un tope resistente a un impacto de 100 J y una compresión de 10 KN.
- UNE-EN ISO 20347. Calzado de Trabajo: Calzado que no garantiza la protección frente al impacto ni a la compresión en la parte delantera del pie, aunque incorpore otros elementos de seguridad.
- UNE-EN 13832. Calzado protector frente a productos químicos.
- UNE-EN ISO 13287. EPI. Calzado. Métodos de ensayo para la determinación de la resistencia al deslizamiento.
Conclusión
El zueco no es el calzado adecuado para el personal sanitario, ya que puede causar problemas de salud y seguridad tanto para los trabajadores como para los pacientes. Es necesario que el personal sanitario use un calzado laboral que cumpla con la normativa vigente y que se adapte a las características y necesidades de su trabajo. De esta forma, se podrá garantizar la bioseguridad en el ámbito hospitalario y mejorar la calidad de la atención.
